domingo, 14 de febrero de 2010

Escultura Románica: Características.


El Neoplatonismo defendido por San Agustín generó durante gran parte de la Edad Media la certeza de que el mundo natural es sólo una apariencia intermedia tras la que se oculta la verdadera realidad transcendente de Dios.
En este contexto, el arte debe rechazar la representación de la Naturaleza tal como se percibe por los sentidos y se exige extraer las verdades ocultas y el orden lógico que se esconden tras las formas físicas.

En el campo de la escultura, ésta se subordina a la arquitectura y sigue los mismos planteamientos de sometimiento al orden racional y la lógica. La "Ley del Marco" y la "Ley del Esquema Geométrico" enunciadas por Focillon reflejan este hecho con pleno acierto.

Tímpano de San Juan de Rabanera. Soria

La Ley del Marco obliga al escultor románico a adaptar sus figuras al marco arquitectónico que las soporta. Esta ley es fácilmente evidenciable en las esculturas de los tímpanos, ya que debido a su forma circular obliga a los personajes a adoptar diferentes alturas o a inclinar y agachar sus cuerpos para no interrumpir la armonía del trazado semicircular.

La Ley del Esquema Geométrico exige al escultor que, aunque no se vea presionado por el marco arquitectónico, las figuras de su escultura han de tener una lógica geométrica intrínseca, como, por ejemplo, que sus figuras guarden simetría, formen figuras parecidas a cuadrados, círculos, cruces, etc. sin importar que este "forzamiento" distorsione la realidad de animales o personas talladas.




Aunque cualquier símbolo tiene dualidad de significados, incluso completamente opuestos, el románico usó ciertos animales con predilección para manifestar el bien y otros como formas del mal y del diablo.

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